jueves, 8 de abril de 2010

Curso: Desarrollo del talento en la empresa – Clase 1


¿Qué nos motiva a trabajar?

Más del 70% de las empresas chilenas cree que habrá una falta de talentos en puestos ejecutivos y operativos en los próximos años. Si queremos comprender, retener y desarrollar el talento a su máximo potencial, debemos explotar las motivaciones que tienen las personas en su trabajo.

Las organizaciones necesitan de personas, qué duda cabe. Pero no basta con contratar los servicios de las personas, se necesita que estas estén dispuestas en lograr las metas de la organización. Esa es tarea de ejecutivos. ¿Dinero? La manera más fácil de lograr que las personas trabajen para lograr los objetivos, aunque como todos somos diferentes, podría ser que se puedan explotar otro tipo de motivaciones, pero.... el dinero siempre será un buen motor, el más importante.

Tarea del ejecutivo es determinar elementos motivadores de los individuos, ¿de cada uno? Un poco complejo en empresas con miles de empleados, pero como la mayoría son como hormiguitas, elementos comunes a la hora de determinar motivadores es la solución.

Cada acción que ejecutamos tiene distintas consecuencias y las personas actúan con la idea de conseguir una o más de ellas. Las expectativas que tiene alguien sobre los resultados de su acción es lo que denominamos motivos. Y los seres humanos actuamos en función de diferentes motivos:

1. Motivos Extrínsecos (ME): en un contexto empresarial, decimos que un empleado que busca una recompensa en su trabajo actúa por motivos extrínsecos. Por ejemplo, es el caso de un empleado que se queda trabajando hasta tarde para recibir el pago de horas extras.

2. Motivos Intrínsecos (MI): cuando una persona quiere conseguir un efecto en sí mismo, como lo es el aprendizaje o simplemente la satisfacción personal, decimos que actúa por motivos intrínsecos. Este sería el caso de alguien que trabaja hasta tarde, porque está entusiasmado diseñando un nuevo producto.

3. Motivos Contributivos (MC): cuando un empleado busca producir consecuencias en la empresa, en los clientes o en sus compañeros de trabajo, podemos hablar de motivos contributivos. Por ejemplo, es el caso de quien decide quedarse en el trabajo más allá de la hora de salida para ayudar a un nuevo colega.

4. Motivos relacionales (MR): cuando un empleado pretende reforzar su relación con la empresa para recibir en el futuro recompensas o satisfacciones, hablamos de motivos relacionales. Estos motivos son instrumentales, pues mediante el refuerzo de su relación con la organización, la persona busca obtener alguno de los tres tipos de consecuencias anteriormente descritas. Esta situación puede ser la de un empleado que se queda hasta tarde, porque cree que si no lo hace lo pueden despedir del trabajo.

Perfil Motivacional: las personas actúan por una combinación de los 4 tipos de motivos anteriores, asignándole distintos tipos de importancia a cada uno de ellos. Esta combinación, dada en una persona y en un momento determinado, es lo que se denomina perfil motivacional. Es dinámico varía con el tiempo y con las circunstancias, además pueden aparecer conflictos motivacionales cuando la persona debe elegir entre una combinación de motivos (ME, MI, MC, MR).

¿Cómo motivamos a nuestros colaboradores?
Un buen sistema de incentivos debe ampliar los tipos de motivos a considerar, yendo más allá de los tradicionales (Extrínsecos y Relacionales). Se debe buscar que la gente se identifique cada vez más con su trabajo y con su empresa.

Este proceso de aprendizaje no depende solo de un buen sistema de incentivos, sino también del ejemplo y formación que den los ejecutivos a sus colaboradores



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